CONTACTE
C/ Sant Bonaventura, 17
08172 Sant Cugat del Vallès
Telf. 622 888 010
Mattia Ruiz Daldoss per la poesia El poema del mar
Al mar hi ha un calamar,
té un amic que és un narval,
el narval i el calamar,
mengen un corall,
i s’ho passen molt bé,
un dia es van separar,
i els dos es troben a faltar,
i pel mar un dia es van retrobar!
I aquell moment va ser tan feliç,
que fins i tot van plorar.
Fèlix Vidal Noria pel microrelat El retrobament amb l’Auditori
Avui a les 11. 00 ha vingut un grup que es deia el Botó Màgic. El Botó Màgic és un grup que tenen dificultats mentals i el grup ens han cantat cançons i contes. El conte anava d’uns animals que s’amaguen del llop, però no va ser així. Quan el llop ja havia arribat hi havia una festa i pastís, espelmes, etc. La cançó, deia així. “Botó, Botó, Botó on ets Botó, Botó vine cap aquí per somiar…
El que m’ha agradat és que hem tornat a l’Auditori i ja feia dos anys que no hi anava. Cada persona del Botó Màgic tenia una llibreta per cada instrument. M’hauria agradat més si hagués durat més, perquè m’ha encantat veure’ls cantar i que toquessin els instruments.
No podia ser millor el retrobament amb l’auditori!
Esther Tàrrega pel microrelat Petons, abraçades
Petons, abraçades… Això és el que vam perdre quan ens van tancar. I recuperar tot això és el que em va fer més il·lusió quan ens van retrobar. El retrobament amb els avis no l’oblidaré mai. Van fer una paella per celebrar-ho. Vam menjar i estava tot boníssim. Vam estar junts tot el dia. Recordo estar feliç. Tothom estava content. Vam anar de compres i el pare em va comprar un pastís.
Leo Jiménez pel poema El retrobament
Després d’estar tots ben tancats
per fi ens hem retrobat,
tots ben abraçats
ho hem celebrat.
Ara la mascareta
no ens farà més la punyeta.
Ens hem reconegut
per molt que hàgim crescut.
Les classes presencials
són molt més especials.
Aprenem i ens divertim
alhora que compartim.
Per fi la covid ha passat
i tots ens hem retrobat.
Anika Mohammad Asghar pel microrelat Muerte por un misil
Esta historia narra hechos y situaciones reales que pasaron y siguen pasando en Palestina e Israel. 2 historias, 2 amigos y 2 muertes…. , por un misil…. ¿Seguirán vivos?… para saberlo les invito a leer mi relato.
Nos situamos en el lejano Israel y Palestina que están al lado. Ariel tiene 12 años, es de Israel, es alegre, divertido todo al contrario que su padre, Ariel solo tiene a su padre que es muy exigente, ya que su madre no lo quería y Salim es un chico de 13 años gracioso, amable y de Palestina, que vive con su madre que es muy cariñosa y simpática.
Ariel escuchando esos gritos, tiroteos, ruidos, muertes, ambulancias, luces naranjas, personas pidiendo Socorro! ¡Ayuda! Ariel miraba las personas muertas y muriendo sucesivamente, Ariel se quedó paralizado mirando la sangre, de las personas muertas, cuando vio la sangre sintió un bajón que al poco tiempo… no se podía mantener de pie ni un segundo. Cayó en la cama cansado, y vencido, no podía más, quería ver a su amigo Salim, que hace tiempo que no veía, pero sus padres no le dejaban salir. Entonces no tuvo remedio en permanecer allí.
Salim: Estaba llorando, asfixiado de dolor, que no podía más ver a las personas muriendo una detrás de otra, mi corazón se me partía en pedazos solo de verlo. Quería ver a su amigo Ariel, que siempre le ayuda en todo, lo anima, y le hace reír. Para mi Ariel es como un hermano mayor. No pude más que también me caí vencido en el suelo. Quería ver a Ariel hace tiempo que no lo veía, pero no podía estar ni un segundo más allí encerrado. Que me levanté con fuerza y fui a su casa fue difícil ir a su casa porque no paraban de tirar piedras y misiles y con los soldados. Cuando llegué vi que Ariel estaba en la cama, lo desperté, pero no funcionó, hasta que le tiré agua y se despertó.
Le dije:
— ¿Ariel estás bien?
Estaba llorando él y yo, nos dimos un abrazo que nunca olvidaré. Por fin lo tenía delante de mí, después de meses sin verle. Oí un fuerte misil caer hacia nosotros, nos dispararon, vi lentamente caer a Ariel con sus lágrimas caer en sus mejillas y la sangre que le caía por su cabeza.
Vi a Salim, contento de verme y yo a él , hasta que de pronto vi su cara impactada, se quedó así unos segundos, él no pudo más y se cayó en la cama rendido, vi su sangre caer, sus lágrimas, no podía verlo más.
Después de unas horas……
Me desperté en una cama blanca y lisa en un cuarto blanquecino, a lado mío estaba Ariel que también estaba despierto.- le dije, ¿seguimos vivos? –
—Él me respondió si es verdad —con un tono melancólico.
Vimos entrar a una chica vestida toda de blanco que parecía ser la enfermera, nos dijo:
— ¿Ya estáis mejor?
—Os puse puntos en la cabeza, os dolerá si movéis mucho la cabeza.
—Nosotros le dijimos vale, de acuerdo.
—Ella nos dijo que vuestros padres os están esperando afuera, los traigo?
—No dudamos los dos ni un segundo que dijimos que Sí-
—Vi a mi madre, llorando cuando me vio, me abrazo muy fuerte y me dijo:
—con alegría e intensidad.
—¡Alabado el Señor!, ¡menos mal Salim que estás bien!, yo no sabría cómo seguir mi vida sin ti.
—Yo le dije mamá, perdóname por irme a casa de Ariel.
—sin tu consentimiento.
Mi madre dijo:
—No pasa nada, lo importante es que estés bien, hijo mío.
Mi padre —con lágrimas en sus ojos— y cara de preocupado me dijo:
—Ariel nunca hagas esto, antes pídeme permiso.
Yo le dije:
—Vale, ya no lo haré.
Él me dijo;
—Ven. Hazme un abrazo grandullón.
Mi padre les ofreció un trabajo a la madre de Salim, ya que su madre perdió su trabajo y si querían vivir con nosotros –
Mi madre y yo aceptamos alegremente.
Y así fue nuestra trágica historia y nuestro reencuentro después de vernos hace meses. Chicos, Chicas, niños, adultos “No es fácil habitar en un lugar donde ni siquiera a los niños se les permite vivir en paz”. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Guillem Boigues Coll pel poema Melosa agonia
Camino a fi d’oblidar el camí,
car meva pietat tètrica,
enlluerna el meu destí.
Com el sol esmorteït,
que ja vol fondre
els seus últims rajos amb l’horitzó,
creuo el riu de joia maleït.
Al meu record arriben olors,
de mar serena en clars estius,
i perdura en els meus dits,
l’esperança que vaig collir.
Sense llàgrimes als ulls,
ploro i moro per dintre,
enyoro i sospiro per fora.
I dels meus malmesos llavis
que foren apassionats i nostàlgics,
paraules esdevingueren cendra.
A on està, el teu esclat de furor?
A on està, el teu escalf fervent?
A on està el teu delit prometedor?
Estan a l’oblit, com les meves il·lusions.
Però crida, crida per última vegada
a la meva porta, t’ho demano,
que la meva llibertat, teva és caçada.
Una tempesta irrompi dintre meu,
el cor s’enutja amb la memòria,
la carn vol el teu tacte de glòria.
Certes eren les paraules que vas dir?
Cert era l’espill de passió dels teus ulls?
Certa era, la teva veu encisa?
Cert era el buit recurrent al meu llit.
I de totes les bales que disparaves,
de desconsol i malenconia,
hi ha una que m’ha perforat al cor.
Ara ferit estic, i no sol la sang brolla,
sinó també la meva ànima i la meva identitat,
i sol en l’impàvid silenci, visc desesperat.
D’aquí poc potser recordaràs
que algú, algun dia, t’estimava de bon grat,
i notaràs un dolç pessic al pit,
tendre i gentil, és l’amor que té cedit.
La teva veu era com la nit en letargia,
tranquil·la, calmada i freda,
tan poderosa i alhora suau, de seda.
I la teva vida era aspra i amb nostàlgia,
enmig la foscor serena.
I feies que la nit plorés, per pena.
Però ara t’odio, t’odio a balquena,
i els meus llavis tendres de figa
besaran el recorregut del teu canó.
Cop al cap, mort o curat?
Un àpat copiós de remordiment
abans del vespre ara és rutina,
mentre l’alcohol ajuda a moure borina.
Però potser mon colom blanc s’enlaira,
volant amb assossec per espines del temps,
i el bec guàrdia una benigna branca de llorer.
Ara ja no em crema la còlera,
ara em lleva el goig de viure;
ara els ocells canten diferent melodia,
Ara sembla que ha arribat el dia.
Irene Lobera Velázquez pel microrelat Lirios otoñales
Aquella plácida tarde de octubre fui de nuevo a verla, a estas alturas ya formaba parte de mi rutina.
Aquella tarde de octubre llenó un hueco en mi corazón que ni siquiera sabía que tenía.
Lilly seguía tumbada, quien la visitaba sentía una inmensa tristeza. ¿Qué sentiría estando tan quieta? Era difícil creer que después de haber vivido tantas aventuras y haber viajado tanto estaría así ahora.
Esa tarde tan solo venía a traerle unos lirios, sus flores favoritas. No podía aceptar que eran esas flores lo único que quedaba de ella.
Simplemente me limité a dejar el ramo de lirios junto a ella y marcharme; sin embargo, cuando me dirigí a la puerta de salida, decidido a irme, oí una suave y dulce voz que me hizo girarme de vuelta.
Ella era una mujer, alta y de piel blanca, rubia y con ojos azules; ella era como un lirio blanco, tenía un aspecto que transmitía calma y la sonrisa más hermosa que había visto en mucho tiempo. Tenía que ser ella, tenía que ser Lilly.
—Te he echado de menos, Víctor. — No podía creer lo que estaban viendo mis ojos, por un momento pensé que me estaba volviendo loco. ¿Acaso me estaban mintiendo mis sentidos? Apenas entendiendo la situación en la que me encontraba, le contesté con un fino hilo de voz:
—¿Lilly, eres tú? — Ella asintió con la cabeza.
—Ha pasado mucho tiempo, ¿por qué ahora? — dije yo. Entonces se produjo silencio durante unos segundos.
—A veces nuestros deseos más profundos se cumplen en los momentos más inesperados. —
Apenas tuve tiempo de pestañear cuando, para mi decepción, mi estimada esposa desapareció del lugar.
Esa frase me hizo pensar durante mucho tiempo, pero al final la conseguí entender. Espero que vosotros también lo hayáis podido hacer.
Gemma Martí Badia pel microrelat Te he echado de menos
¡Ya tenemos todas sus cosas! – gritaba una voz grave desde el baño.
Era Jorge, el enfermero que había cuidado de mí durante los últimos cinco años, desde que me diagnosticaron ese maldito tumor incurable, tras la muerte de mi mujer.
Cuando me anunció que ya lo tenía todo, salí de la habitación y me encontré con Lorena y Marcos, mis únicos descendientes. Me recibieron con los ojos llorosos y una sonrisa que no parecía del todo sincera. Me cogieron del brazo, uno a cada lado y se apoyaron en mi hombro.
Tras unos minutos esperando frente la residencia, nos recogió un coche para llevarnos al hospital.
Nada más llegar nos redirigieron a una habitación y, una vez ya me hube instalado, entró el doctor Ramírez, con quien ya había estado hablando periódicamente las últimas semanas y quien, además, era mi oncólogo y había estado llevando mi caso. Me dijo que en tan solo unas horas se cumpliría mi petición, pero que necesitaba que rellenase unos últimos papeles. Cuando salió de la habitación, me tumbé en la cama y pedí que mis hijos se arroparan junto a mí. En ellos la pesadumbre era remarcable, pero en mí una serenidad y una paz inexplicables empezaban a invadir mi cuerpo.
Pasaron un par de horas, y me dijeron que ya estaban listos, que cuando yo quisiese se realizaría todo el proceso.
Entonces, tumbado en la cama, un enfermero me alcanzó un vasito con unas cuantas pastillas. Cerré los ojos y procedí a tomármelas y, de repente, un cansancio extraordinario se empezó a apoderar de mí, mientras a lo lejos oía a Lorena desmoronarse por completo. Sin embargo, dejé de oírla y, en ese preciso momento, entré en el sueño más profundo de todos, me dormí para nunca más volver a despertarme.
—Hola Aurora —dije yo.
—Hola cariño, te he echado de menos.
Clara Vernet Gómez pel poema Cosiendo arcenes
Cosiendo arcenes
Me perdí en un laberinto de espejos,
giraba, giraba y solo para ver los ojos
de figuras que parecían reconocerme,
de miradas que no paraban de juzgarme.
Me perdí en un laberinto de espejos,
quedé atrapada entre miles de reflejos,
me mostraban mis propias facciones;
me mostraban todas mis imperfecciones.
Me perdí y no supe en quién confiar,
encontrar inocencia y dejarme guiar.
Mi incertidumbre solo hizo que crecer
y con ella el miedo empezó a vencer.
Me rompía intentando llegar a la salida
y no me percaté hasta que fui abatida;
de que debía pararme y los susurros escuchar,
de que para poder avanzar antes debía sanar.
Poco a poco los arcenes voy cosiendo
de un camino que lleva tiempo deshilado.
Voy descifrando el origen de mi laberinto
y hundiendo sus muros para reencontrarme.
Anna Maria Casanovas Català pel poema Abraça’m
MENTRE DORMS (Pacient amb Alzheimer)
T’escric ara, mentre dorms,
per si demà ja no fos jo qui comença el dia al teu costat.
Per si demà ja no soc capaç d’entendre això que em passa.
Per si demà ja no puc dir-te com admiro i valoro la teva enteresa,
aquesta obstinació teva per estar al meu costat,
tractant de fer-me feliç malgrat la malaltia.
Per si demà ja no fos conscient del que faig o soc.
T’escric ara, mentre dorms, per si demà
no puc mantenir viva la conversa,
encara que jo em perdi en cada paraula;
sempre t’he estimat i t’estimo, encara que un dia no ho recordaré.
T’estimo quan respons amb tendresa les arrencades meves d’ira,
que m’assalten com si alguna cosa en el meu interior es rebel·lés
contra aquesta destinació que m’atrapa.
Per si demà no recordo el teu nom, o el meu.
Per si demà ja no pogués donar-te les gràcies.
Per si demà, no fos capaç de dir-te, encara que sigui una última vegada,
que t’estimo.
DONA’M LA MÀ
Dona’m la mà que s’acosta la meva hora.
Que el cor va deixant de bategar.
Tenim la mida de tantes coses per dir-nos i per recordar,
dolç i fidel amic.
Dona’m la mà i dona’m l’últim bes a la galta,
abans que em prengui la vida l’ombra.
Dona’m la mà en aquest últim instant,
que la vida deixa de bategar.
ABRAÇA’M
Abraça’m amb els teus braços,
amb les teves mans,
amb la teva mirada,
fins a arribar al fons dels meus ulls.
Abraça’m amb les teves paraules,
murmurant a les orelles,
amb el teu alè,
amb la teva ànima.
Abraça’m amb una abraçada infinit.
Abraça’m amb la teva vida,
amb tots els trossos de la meva vida
Abraça’m si, amb el pensament
quan dormis.
Encara que jo ja no hi sigui,
abraça’m sempre.
ES VEN
Es ven una ànima, un cor, un cos.
És el que tinc, el que tinc, per poder continuar vivint.
El venc per continuar pagant un pis
que no tinc i un menjar que no podreu assaborir.
Venc la meva vida, per a la dels meus fills salvar.
Venc la meva ànima, i tots els meus records.
Venc el meu cor i tots els meus sentiments.
Venc el meu cos, feble, cansat de lluitar
contra un poder sense cor ni ànima,
que només es mou al so dels diners.
Venc tot el que soc i tinc.
DOLOR
Fa olor de tinta, de fulles de paper violades
per traços sense sentit i estrofes i versos trencats,
de suor de treball, destruït i ignorat.
Soc el Poeta que no sap escriure, el que fa olor de tinta,
de dolçor d’un somriure satisfet.
De solituds acompanyades de records,
de tristeses i penes que es creuen a la vida.
Sortejant enyorances i promeses amb futurs.
Fa olor de versos, estrofes i descansos…
Perquè la llàgrima també fa olor
de versos i estrofes impossibles.
CARTA FINAL
Vull morir.
Embolicant el meu pols gairebé de pols.
De l’íntim adéu traçaran el somriure,
que als teus llavis de dol hauràs de repetir,
mentre t’aparti el record.
HE DIT
He dit al meu cor
que no s’avergonyeixi de la seva feblesa.
Batega ben fort, gran covard, o mor.
Esbandeix per sempre aquesta tristesa,
potser ja ets mort?
Li he dit al meu cor…
Ell m’ha somrigut, sense comprendre.
MORT
Que en silenci s’acosta tranquil.la,
arrancant-te a poc a poc la vida.
Lentament, dia darrera dia.
Fins que la teva vida, es seva.
ON ÉS LA MORT?
Si ella existeix, que vingui.
Que vingui a buscar-me,
ja que sempre escolta la meva veu.
No t’oblidis amiga meva,
simplement em vaig cansar de lluitar.
Una vegada i una altra …. una vegada i una altra ….
Perdut, em rendeixo entre els teus silencis.
SOLETAT
Solitud …
Eterna amiga de la meva ànima.
Que mates la meva fe i la meva esperança.
Que reprimeixes els meus desitjos més profunds.
Solitud …
Durant tota la meva vida,
has estat la meva única companyia.
I tot i així em fas patir,
i no aconsegueixo acostumar-hi
a viure entre els teus braços.
Tú, la meva fidel companya,
enemiga de les meves fites
i amiga de les meves llàgrimes.
Encadenada al costat de la meva ànima,
has fet que només vegi el fosc silenci dels teus braços …
Teresa Altarriba Munné pel relat Cinc amics ben diferents
Primer capítol
Estem a mitjans de juny del 2020. Son les vuit del matí. Per la carretera que puja de Barcelona a Vallvidrera, una furgoneta blanca refrigerada, s’enfila ràpida per la serpentina que fa la carretera fins arribar dalt. Al Pol li agrada tant conduir! Té dinou anys i aparentment va sol, a la part refrigerada hi porta els formatges de cabra que fan els seus oncles a Berga i avui té molta pressa per arribar al Vallès Occidental.
Allà ha d’entregar tots els formatges que porta. A la plaça del poble de Vallvidrera, hi ha la xarcuteria on farà la primera entrega. Al bar del costat fa un cafè ràpid i sent que dos homes comenten que a la baixada cap a les Planes hi ha la patrulla dels mossos que controlen, estem en plena pandèmia.
En Pol agafa el canvi i surt disparat cap a la furgoneta. Té encara més pressa, però es diu a si mateix, -tranquil, tot anirà bé-. Dona dos copets al xassís del darrere i en rep la resposta amb un sol toc. Després engega i avall que fa baixada.
A la corba del camí cap a la font de la Budellera el paren dos caporals. Amables, però seriosos li fan tres preguntes: -què portes?, on ho deixaràs? portes l’autorització per circular?
Ell respon amb aplom a les qüestions plantejades.
-TOT EN ORDRE, JA POTS PASSAR -el tranquil·litza un dels mossos. En Pol respira alleugerit, tot pensant, -sort que aparentment vaig sol .
En arribar a les Planes hi para un moment. Vol revisar la càrrega. Obre les portes del darrere i el troba arrupit dins la manta. Està fet un cabdell.
-Lluc, ja pots sortir -li diu mentre li frega l’esquena.
-Caram quin fred que fa aquí dins, no m’estranya que els formatges es conservin tan bé, -s’exclama sortint encongit i estirant braços i cames per desentumir-se.
En Lluc és el seu veí de l’escala al barri de Gràcia. Té tretze anys.
Respira a fons i sent l’olor de les braces que couen botifarres a les graelles. Oh quina bona olor, amb la gana que tinc!- exclama.
Suca pa amb l’olor -l’apressa en Pol. -Hem de continuar de seguida. Després de deixar-te al forn de la teva àvia a Valldoreix, he de seguir cap al mercat de Mira-sol que ja m’esperen els formatges.
En Lluc d’un salt s’asseu al seu costat i ell arranca el cotxe. Ja estan més tranquils, saben que han comès una falta lleu perquè no han entrat encara en la fase dos de la pandèmia i no està permès desplaçar-se sense motiu, però en Lluc li està molt agraït, malgrat el fred que ha passat en aquest viatge.
Feia temps que li demanava al Pol poder-lo acompanyar a repartir els formatges, malgrat sabia que el confinament no l’hi permetia.
Ell, ahir a la tarda va pujar a casa d’en Pol molt decidit.
-Mira ja no puc esperar més, la meva àvia necessita que l’ajudi amb les coques de S. Joan. Fa temps em va dir que em deixaria anar un cap de setmana a Valldoreix a casa seva per ajudar-la, i de pas fer-me uns calerons, però ara la dependenta de la fleca ha caigut malalta i no pot tirar endavant sense ningú a la botiga.
-D’acord, però no em comprometis. Et portaré embolicat amb els formatges al darrere.
Tots dos van riure i van quedar a dos quarts de vuit del matí a la plaça de Lesseps, un cop ell ja hagués carregat els formatges, ja que el gran camió frigorífic arribava de Berga a les set.
En Pol condueix de meravella. En Lluc el mira de reüll i sap que per un noi a qui li manca un peu, poder conduir és com agafar ales. Llavors en Lluc recorda l’accident que va patir:
-Érem dos nens, teníem 11 i 5 anys i tots dos vàrem baixar al carrer per veure com sortia la Laia, veïna del segon pis, vestida de núvia. El nuvi la venia a buscar i tots dos junts marxarien a peu cap a l’església dels “Josepets”, seguits per la comitiva.
Les nostres mares i el meu germà gran havien guarnit de flors el portal i ara tots érem allà a badar. La Laia va aparèixer per fi i estava preciosa.
Allò a mi em va semblar una pel·lícula en directe. Recordo que hi havia tanta gent que tothom em trepitjava. En Pol em va donar un grapat d’arròs per llençar-li a la núvia i ho vaig fer amb fúria per donar-li bona sort. Jo estava entusiasmat.
Quan els nuvis ja eren fora vaig buscar la mare, el meu germà, però sobretot en Pol, que va desaparèixer del meu costat.
Tot d’una. tothom havia marxat i vaig pensar que en Pol devia haver anat darrere dels nuvis i jo en trobar-me sol també vaig tirar carrer de Verdi avall fins a la Travessera de Dalt. No el veia per enlloc.
Només cotxes i més cotxes que anaven bufats. Quan el semàfor es va posar verd, vaig creuar el pas de vianants per primera vegada tot sol. Hi havia un grup de gent al meu davant, però el jersei verd d’en Pol no el veia enlloc. Aleshores jo vaig continuar una estona carrer avall, em sentia molt gran després d’haver traspassat la Travessera de Dalt.
Tanmateix, la realitat era que ell no era pas davant meu, sinó al darrere i no havia creuat encara la gran avinguda. Ell havia entrar a l’escala pensant que jo era amb la mare i al saber que no havia tornat, va anar a buscar-me corrents.
Em va veure de lluny i per atrapar-me va passar el carrer amb vermell esquivant els cotxes en marxa. Es va sentir un soroll molt fort, una moto inoportuna se li va tirar a sobre i li va aixafar el peu esquerre. Això ho vaig saber molt temps després.
Jo encara caminava ignorant el que acabava de passar, fins que després de molta estona estava cansat i també perdut. No coneixia aquells carrers per on passava i en Pol no era enlloc. Vaig entrar a un forn de pa.
-M’he perdut i no trobo en Pol- vaig somicar.
-Qui és en Pol? -em va preguntar la noia de darrera el taulell.
-Es el meu veí -només vaig saber contestar.
Va veure que no sabia on vivia, la dependenta em va donar dos bunyols, i va dir-li a la mestressa, tot traient-se el davantal:
-El porto a l’ajuntament del barri, aquest nen s’ha perdut i no sap dir-me on viu.
La noia no em coneixia de res, nosaltres compràvem el pa a la fleca del costat de casa, tot i així donant-me la mà vàrem caminar fins a la Plaça Rius i Taulet, una autèntica botifarra!
En arribar a la comissaria, les cames em feien mal i el guàrdia, em va fer esperar en una sala petita. Tenia pipí i no sabia com fer-ho. Vaig veure un paraigüer que m’anava a la mida. Després, ja més tranquil vaig seure a la cadira i em vaig portar bé fins que va arribar el pare.
Ell ja havia telefonat per si havien trobat un nen de quatre anys amb cabells i ulls foscos. Recordo que quan va arribar a la comissaria, estava content i enfadat alhora. Vaig notar que em volia renyar perquè els havia fet passar ànsia, però primer em va estrènyer fort.
-No ho tornis a fer més això d’escapar-te, has fet plorar a la mare.
Mentrestant en Pol era conduït en ambulància a l’hospital. El seu peu va quedar trinxat. Després van venir les operacions, que no van poder arreglar-li del tot el peu. Ell camina coix, però fa un saltiró quan corre que fa molta gràcia. Sembla un cérvol, és molt àgil i té un cos atlètic.
De cop sent que en Pol li pregunta: Lluc, què penses? Estàs molt callat!
-Ah! -és que m’agrada mirar com fas les corbes tan precises, imagino que jo soc el teu copilot que et marco la ruta.
-Dreta, accelera, corba tancada esquerra, redueix…
-Ja, Ja! També un dia tu podràs conduir, i si ho fas bé sabràs que és un plaer fantàstic dibuixar les corbes d’aquesta carretera, encara que la millor és la de l’Arrabassada. Allà sí que les corbes estan fetes amb compàs i les rectes amb tiralínies. Avui quan acabi de repartir totes les comandes tornaré a casa per allà. La corba de la paella és la meva preferida, un dia la farem junts i veuràs quina passada, jo no corro, però les dibuixo amb tota la precisió que soc capaç.
Segon capítol
Un cop son a Valldoreix, entren a la fleca de l’àvia d’en Lluc.
-Bon dia, senyora Maria, vinc a entregar-li aquesta comanda, -va dir en Pol, tot agafant en Lluc suaument per l’orella mentre aquest reia i els ulls se li tancaven com un xinès.
L’àvia sense treure’s la mascareta va abraçar en Lluc i de darrere el taulell va treure una capsa amb pastes acabades de fer i li donà a en Pol perquè pogués fer una mossegada durant el matí.
L’àvia Maria el coneixia des de petit, quan anava a veure la família de la seva filla li portava pastissos per berenar. Llavors en Lluc el cridava pel celobert dient: Poool… vine a berenar, l’àvia ens ha portat pastissoooos!
Després jugaven amb els LEGO fins a l’hora de sopar.
En Pol li va agrair molt la caixeta i sense poder fer-li cap petó, va fer aquell saltiró tan característic d’ell des de la porta.
-Adéu! i que reparteixis moltes coques per Sant Joan! Ja em trucaràs quan vulguis tornar amb mi cap a casa teva, aquell cop ho farem per l’Arrabassada i agafat fort!
En Lluc va passar aquella setmana abans de la revetlla, veient com és de difícil pastar la massa del pa. Ho mirava tot, ell volia aprendre a posar la fruita confitada a les coques. Al començament ho feia a poc a poc i la simetria era perfecta, les últimes però eren un autèntic mosaic de colors, semblaven fetes per en Gaudí!
A la nit estava rendit i a l’estirar-se al llit pensava amb els seus pares i també amb el seu germà Pep que acabava de fer els 17 anys, ell no havia vingut perquè estava estudiant per l’examen de selectivitat. Però sobretot a qui tenia ganes de veure era al seu amic Enric que encara vivia a Valldoreix, no com ell que només hi va estar uns anys de petit i per això són amics de fa tant de temps. Tenen tots dos la mateixa edat i aquest any han començat el primer curs de l’ESO.
El dissabte l’Enric arriba d’hora al forn per comprar el pa i unes pastes. Es retroben amb alegria els dos amics. Li pregunta si l’endemà vol anar a casa seva a dinar. El Lluc ho demana a la seva àvia i queden pel diumenge que passarà a buscar-lo cap a les dotze.
Molt puntuals l’Enric i el seu germà Jan de vuit anys, el venen a buscar amb les bicis, ell en té una de vella al garatge de l’avia que li servirà perfectament.
Arriben a la casa del dos germans i els seus pares ja els esperen. Tenen pensat fer unes bones braces per coure patates, pebrots, xoricets i botifarres.
L’Alba la seva mare ha fet un allioli que sembla ciment… la cullera s’aguanta dreta en el bol.
Al Lluc li agrada tallar la llenya i el pare de l’Enric, que ho sap, li deixa uns quants tions per esberlar i preparar les brases.
Els tres esperen l’hora del dinar tot anant a veure les gallines, doncs el diumenge és el dia que l’Enric i en Jan s’encarreguen de netejar el tancat del galliner, posar l’aigua neta a l’abeurador i el bol de pinso ben ple.
En Lluc, en canvi, al pati del seu pis, hi té una conilla que es diu Roure que no li dona tanta feina.
Paren taula al jardí i l’amanida que han fet entre els tres hi fa molt bonic al mig de la taula. L’olor de la carn a la brasa és temptadora. Serà un dinar de: passem això… passem allò… i que agrada compartir-ho tot.
Mengen i s’expliquen les coses que han fet, durant el curs que porten confinats des del març. Estan d’acord que al començament estava bé quedar-se a casa, però a mesura que s’allargava el confinament, trobaven a faltar els companys i als mestres.
Han procurat fer els deures que tenien cada dia, però el millor pels dos nois grans ha sigut fer-se ells mateixos el vídeo d’un Menú de tres plats, que l’assignatura de Reptes els hi demanava.
El Jan que fa tercer de primària ha intentat fer totes les feines que li donaven telemàticament, però sobretot no es perdia cap sessió de les que en Joan Anton Català feia pels nens sobre astronomia i ciència en els programes on line de: Ciència en confinament.
Després del dinar a fora al jardí, en Jan els hi ha fet uns quants trucs de màgia que en Lluc no coneixia i es peta de riure en veure’l vestit de mag, barret de copa, llacet granat al coll, amb posat de cerimònia fent la seva actuació magistral. Al final del espectacle, apart de les rialles arrencades, va tenir grans aplaudiments!
En Lluc els hi explica que aquesta vegada, en Pol que és el seu amic i veí, el va portar amb cotxe per Vallvidrera fins a la fleca de l’àvia.
-Ell condueix molt bé, -ho diu tot doblegant el cos a un costat i a un altre simulant les corbes de la carretera.
-Porta una furgoneta adaptada que vol dir que l’embragatge no l’ha de fer amb el peu esquerre, sinó amb la mà, -els hi explica.
Tots ja saben que va tenir un accident quan era petit, però res més.
-Jo el que aprecio més d’en Pol, és que sempre posa molt entusiasme per a fer les coses i mai l’he sentit rondinar. Procura estar de bon humor i quan no en té, es posa a xiular perquè això l’obliga a no pensar en cercle. Xiula tan bé, que sembla que tingui una harmònica sota els llavis.
L’Enric i en Jan tenen ganes de conèixer-lo i en Lluc els hi diu que el convidarà a casa la seva àvia per S. Joan, i tindran ocasió de fer-ho.
Ara en Pol està baixant l’Arrabassada gaudint de cada corba agafant-la amb precisió. De cop al revolt de “la paella”, veu un noi estirat a terra, sembla adormit, però no ho sembla del tot.
I si està ferit? -pensa. Afluixa la marxa, posa l’intermitent a la dreta i entra a la vorera. Para el cotxe, surt, s’hi acosta, el noi és morè de pell, té els ulls tancats, porta una roba senzilla i el cabell és arrissat i fosc. Li posa la mà sota el nas… respira… però no obre els ulls. Li dona un copet a la sabata i el noi es desperta. S’incorpora amb dificultat perquè el sol l’està enlluernant. És l’una del migdia i té gana malgrat les quatre nespres que ha collit de l’arbre proper.
-Hola!… em dic Pol…et passa alguna cosa?
Li fa una edat com ell, però se’l veu cansat i sobretot trist i espantat.
En Pol s’asseu al seu costat.
-Que tens gana? -li pregunta.
-Si, molta.
-Vaig al cotxe que hi tinc uns pastissos i aigua.
Menja amb gana i va perdent la por, veu al Pol que camina a saltirons, li fa gràcia i somriu per primer cop, té unes dents blanquíssimes. Li dona la mà. -Em dic Omar i soc del Marroc.
-Què fas aquí tot sol?
-És llarg d’explicar. T’ho faré curt. Estava en un centre d’acollida de menors immigrants, però amb la pandèmia de la covid-19 ens van fer fora a tots. Uns van anar a la recollida de la fruita a Lleida, però jo volia treballar a Barcelona per guanyar uns diners i poder-me comprar un mòbil, me’l havien robat.
Un home em va oferir, si li pagava alguns diners, donar-me feina a la gossera municipal que hi ha molt prop d’aquí. He anat a preguntar-ho, però volen joves amb els papers i jo no en tinc. El meu germà gran fa dos anys que va arribar i viu a Manresa. Jo fa dos mesos que vaig aconseguir arribar a Barcelona.
El meu objectiu és treballar per poder menjar i estalviar per comprar-me un mòbil. Després m’agradaria poder-me reunir amb ell que ja té feina i aviat tindrà ELS PAPERS!
Dit això de correguda, va callar per veure la cara d’en Pol que no se’n sabia avenir del que li explicava l’Omar. El noi és fort i parla l’espanyol prou bé, -va pensar.
-I els teus pares?,
-El pare és flequer i la mare és mestra i tenen encara dos fills més petits a casa, al Marroc. Ells tenen el somni que ens puguem espavilar aquí, per tenir una vida millor que allà. Ens han ensenyat tot el que ells saben i nosaltres no volem fer mal a ningú, només treballar i poder estudiar per un futur millor.
Els seus ulls foscos eren sincers.
-No pots quedar-te aquí, et portaré a Barcelona i després de dinar a casa ja veurem que podem fer. Puja!
Corba a la dreta, recta llarga, corba a l’esquerra suau i de seguida corba tancada a la dreta… i així fins a baix de tot al barri de Vallcarca i després entrar al de Gràcia i a casa per dinar. En Pol pensa què diran els pares si porta un convidat sense avisar. Atura el motor i els truca.
-Mare, podràs posar un plat més a taula? vindré amb un amic a dinar.
L’Omar està perplex i es pregunta si la sort pot existir alguna vegada. No ho sap… però hi ha de confiar.
Tercer capítol
Ja són al pàrquing de la casa.
-Posa’t la mascareta i quan arribem a casa ens rentarem bé les mans, després per dinar ens la traurem. No parlis massa, la mare a vegades fa preguntes molt compromeses.
I els dos van riure per primera vegada junts.
-Ara dinar i migdiada i en acabat pensarem què podem fer, -li va afegir en Pol.
Truca al pis malgrat que té la clau a la butxaca. La mare s’estranya, però va a obrir.
Hola!, hola, passeu… passeu. El Pol no té germans ni petits ni grans, potser per això ha protegit sempre a en Lluc el seu veí a qui el veu com un germà petit, en canvi, al seu germà Pep, que té dos anys menys que ell mateix, no l’ha sentit mai tan proper.
Quan el pare arriba, dinen tots quatre amb la xerrameca del Pol que no calla expressament.
-Avui la distribució dels formatges ha estat fantàstica, tothom em rebia amb els braços oberts, tots m’esperaven.
-Com està la família?… i els de Berga?… veig que han tornat a engegar!
-Jo els hi deia que amb les cabres no han deixat de treballar a la granja, perquè els animals no entenen de confinament.
Llavors, tots quatre vinga riure.
L’Omar quedava admirat de com en Pol fa riure els seus pares, es veu que s’estimen molt, estan contents de veure’l com es desempallega sol amb el cotxe adaptat fent una feina que li agrada… en fi tan diferent del que a ell li passa.
Els pares no van tenir temps de preguntar-li com l’havia conegut. La seva mare, però, en portar les postres li pregunta:
-Quants germans tens?
-Som quatre, jo soc el segon.
Li va posar un grapat de cireres grosses al plat i va llençar la segona pregunta: -Que us baralleu gaire? PARANY!
En Pol va desplegar la seva tècnica per desviar preguntes difícils.
-Mare, ara està dinant i aquestes preguntes val més fer-les amb el dinar paït. Ja, Ja… i ara a menjar cireres sense disparar-se els pinyols, -va afegir.
Se’ls veia a tots feliços, sobretot el pare que li agradava tenir per un moment els quatre costats de la taula ocupats.
-Sempre li dic a la mare que dissenyaré una taula triangular, no ens cal una taula quadrada, sempre ens sobra un costat buit.
I tots quatre es van posar a riure un altre cop.
El Pol li havia explicat tot baixant, que el seu pare era dissenyador de mobles i la seva mare era infermera de professió, però en realitat era una inspectora nata, ella era capaç de descobrir en pocs instants el que un altre no ho endevinaria mai.
Així va arribar el tercer parany quan la dona li diu:
-Omar, si vols carregar-te el mòbil i deixar les claus o el que portis a sobre per descansar una mica, deixa-ho aquí sobre d’aquest moble, és on tots ho trobem quan marxem de casa. PARANY!
En Pol surt a salvar-lo de seguida. Imagina que no porta claus del pis, ni mòbil, només una cartera amb pocs bitllets i menys encara PAPERS, potser tot el que li queda són algunes fotografies de la seva família que té tan lluny.
S’acosta a ella i li diu a cau d’orella:
-Mare que no veus que no és com el teu fill que per veure’t contenta et diu de tot que sí? Va… ves a descansar que tu sí que te l’has guanyat, -la convenç tot fent-li una abraçada.
Els dos nois es van tancar a l’habitació on el Pol tenia dos llits, un per ell, l’altre per si un dia venia un amic a dormir. Després de descansar l’Omar li diu:
-Pol, m’has ajudat fins aquí, jo ara he de buscar-me la vida, no vull ser una càrrega per vosaltres, malgrat que no m’havia sentit mai tan ben acollit.
Només voldria demanar-te que si sabessis d’algun treball que jo pogués fer sense els PAPERS, m’agradaria molt trobar una feina que em permetés estalviar. Després poder anar a Manresa per reunir-me amb el meu germà. Ell treballa en una panificadora tota la nit i jo potser podria fer el mateix.
En Pol que no ha dormit gens, continua pensant les diferents possibilitats, però veu que necessita parlar-ho amb els seus pares. Ells segur que li donaran una solució.
-Escolta, hem de ser sincers amb els meus pares. Jo sol no puc deixar-te marxar, ni trobar la solució. Anem a la sala i plantegem la teva situació, -va insistir.
La mare ja s’havia fixat en les seves sabates gastades i també amb els ulls de l’Omar que ho deien tot sense parlar.
Es van asseure tots quatre a la taula quadrada aquest cop sense estovalles. En Pol els hi va parlar clar i els seus pares el van escoltar.
El pare els va advertir, -això és una papereta!
La mare va afegir, -podem buscar una solució de moment, trucaré a la meva germana de Berga per si li poguessin donar feina a la granja. Em va dir que tenien molta feina atraçada amb tota l’aturada de la covid-19 i potser l’agafarien per uns mesos.
Dit i fet. Va fer la telefonada, la mare somreia un moment i després quedava en silenci i una mica amoïnada. Durant la conversa, els tres estaven escoltant des de la taula.
El noi se sentia en un món tan diferent que només sabia dir, -moltes gràcies, ni que sigui perquè ho esteu intentant.
La mare va penjar el telèfon amb un mig somriure.
-Què mare, què diu la teva germana? -preguntà en Pol una mica inquiet.
Ella respongué, -diu que és compromès per ells, però si es tracta d’un parell de mesos només, l’Omar hi podria anar el dissabte que ve, amb el camió que ens porta els formatges, quan retorni cap a Berga.
Ell no sap ben bé de què es tracta, això no obstant el català que comença a entendre li fa pensar que hi ha alguna esperança de trobar feina, ni que sigui per dos mesos.
Els pares d’en Pol s’organitzen. Avui a la tarda després d’una dutxa, aniran els dos nois i la mare a comprar-li calçat, unes mudes i peces de roba, també. Aquesta setmana ella fera gestions per veure com tramitar algun paper provisional.
Al vespre, després de sopar i un cop al llit, l’Omar plora.
No sabia que un home pot plorar d’agraïment.
El diumenge planifiquen la setmana. L’endemà dilluns aniran tots dos a Valldoreix amb el tren per anar a veure l’àvia d’en Lluc. Li volen demanar si li donaria feina ajudant al flequer, sap que va molt cansat aquesta setmana.
El viatge amb els ferrocarrils li sembla preciós, concretament quan el tren passa pel costat dels boscos de Collserola. En Pol li explica que hi trobarà el seu veí Lluc que aquests dies està també amb la seva àvia per ajudar- la a guarnir les coques de S. Joan.
Li diu que ell se l’estima com a un germà petit i faria qualsevol bogeria per en Lluc. Llavors recorda el peu aixafat per la moto, però no n’hi diu res de l’accident.
Un cop a dins la fleca li presenta a la senyora Maria que ja els esperava. En Lluc s’acaba de vestir i baixa a la botiga tot dient:
-Hola, -els hi diu content, tot fent-se un toc de colze entre ells.
Ell ja està informat per l’àvia que tindrà un nou company d’ofici.
-Visca! m’agrada treballar en equip.
Hi ha bona connexió entre ells dos i en Pol s’acomiada d’ells perquè ha de marxar. Des de la porta comenta amb un somriure:
-Avui he de fer treball de despatx i si no ho faig de mica en mica se m’acumularan les factures!
Dit això, va a buscar el tren i no sap perquè, nota el seu cor content.
Quart capítol
S’ha acabat l’escola i l’Enric i en Jan van amb impaciència al forn a buscar el pa. Deixen les bicis a fora i a l’entrar saluden a en Lluc que li està explicant al nou company com tenen distribuït l’obrador on treballarà.
-Hola!, hola!, -li presenta als dos germans i tots es fan el toc de colze. Compren el pa i queden que a la tarda podrien anar a fer una sortida amb les bicis tots quatre.
Després de dinar i descansar mitja hora, es troben al punt que han quedat per fer una volta per Valldoreix. En Omar porta la bici del Pep, el germà del Lluc, la té sempre a casa l’àvia, ell no ha pogut venir aquests dies perquè té els exàmens de Selectivitat.
Fa un dia radiant i tots quatre tenen ganes d’aventura. El noi marroquí té una gran resistència quan va amb bici, està molt entrenat perquè ell repartia el pa que feia el seu pare, cada dia. Explica que es va fer un carretó i l’arrossegava amb la bici 12 kilòmetres abans d’anar a l’escola. En Jan exclama:
-això és molt, no?
I ell li dona poca importància dient que l’anada era de baixada.
-Així és fàcil! -afegeix en Jan.
El seu germà li aclareix que la pujada de tornada l’havia de fer quan ja portava uns quants kilòmetres fets.
-Llavors és… mig mig, -va dir en Jan com a conclusió final.
I somrient plegats continuen pedalant pel bosc.
Arriben a una clariana del bosc i paren a fer un riu i per beure un glop d’aigua. S’asseuen i es conten moltes coses. L’Omar sap que és el més gran dels quatre i ha de tenir cura dels nous amics, ja està acostumat a vetllar pels seus dos germans més petits que ara els té molt lluny, però no deixa de pensar-hi.
Ell ha fet la decisió de seguir el camí del seu germà gran i sap que això té un risc. No té PAPERS i en qualsevol moment el poden retenir de nou. No obstant això ell ha pres aquesta decisió.
Senten un soroll a dins del bosc i com que saben que en Omar no pot ser preguntat per un agent, decideixen amagar-se en un cobert al costat de les runes d’una font que no raja.
Passen dos caporals que fan la ronda per aquella zona. Ell té por.
L’Enric és molt observador i es fixa en l’actitud que tenen quan escorcollen el bosc, s’ajupen i miren en racons concrets sempre arran de terra. Estan buscant algú o potser alguna cosa grossa. S’ha fixat que no són la parella de mossos que coneix de veure’ls sovint quan fan la ronda pel seu barri, per tant, han de procurar de no ser descoberts, les excuses no valdrien. Finalment veuen com se’n van cap a les dues motos que tenien més lluny i les posen en marxa.
En Lluc acompanya al Jan per anar una mica més lluny i recollir animalons com formigues grosses, llagostes, dragonets i potser una sargantana que fa la migdiada, perquè d’altra manera no es deixaria caçar.
El petit li explica que una vegada, van aconseguir un escarabat amb banyes que va ser el rei de la cacera per una tarda. Després de posar-los en potets de plàstic transparents per observar-los per tots costats, els deixen de nou en llibertat, però mai sense haver nominat qui és el rei d’aquella cacera.
Tot d’una senten les veus de dos homes… estan encara una mica lluny, però afinant l’oïda senten que les veus es van acostant cap a la font on estan amagats tots quatre, els caçadors d’animalons ja han tornat.
Les veus i algun gemec s’acosten cap a la font. L’Enric s’esmuny per terra per veure de qui es tracta. Aconsegueix veure, sense ser vist, que un dels dos homes que esbufega, porta una caixa molt pesant que carrega amb dificultat. L’altre l’anima a continuar una mica més, després callen i descansen deixant el gran pes a terra, en acabat l’agafa l’altre i re emprenen el camí per un corriol que es fa més estret.
Passen uns minuts sense sentir cap veu ni cap soroll. L’Enric els indica amb la mà que no es moguin de l’amagatall i ell sortirà trepitjant amb molt de compte per no fer un pas en falç que el delati. Avança fins al corriol i veu la caixa amagada entre el tronc caigut d’un roure vell i la capçada que gairebé la deixa tota coberta.
Els dos homes no es veuen per enlloc, han continuat el camí sense la caixa. S’hi acosta més i veu que hi ha un gran adhesiu que indica: EXPLOSIUS!!
Torna corrent a l’amagatall. No els vol espantar, però ha de dir el que acaba de veure. S’asseuen en rotllana i l’escolten amb atenció. Després es fan tots moltes preguntes: Hem de dir-ho als pares? Hem d’anar a explicar-ho als mossos d’esquadra? En Omar corre perill? ESTAN BLOCATS!
Per majoria decideixen agafar les bicis i desfan el camí fet, cal arribar a casa i detallar-ho als pares, ells diran el que cal fer.
Tots pedalen de pressa. En Jan li pregunta al seu germà si dins la caixa hi pot haver una bomba atòmica.
-Nooo… les bombes atòmiques són molt més grosses, -li contesta l’Enric amb determinació.
-Potser són fusells com els de l’antiga ETA, -afegeix convincent en Lluc.
-Això podria ser en un altre moment, però no pas ara, -li contesta l’Enric amb serietat.
Per fi arriben al forn de pa i l’Enric i en Jan els hi diuen adéu i fins demà. Han quedat que a l’àvia Maria, en Lluc no li contarà res de moment per no fer-la patir. L’endemà els dos germans ja diran què opinen els seus pares de l’ensurt que avui han tingut a dins del bosc.
A casa de l’àvia Maria tot sembla igual de calmat que els dies anteriors, ells a l’arribar s’han dutxat i ara sopen amb gana mentre ella els hi pregunta si s’ho han passat bé.
En Lluc li conta l’excursió sense entrar en detalls i ella està contenta de tenir el seu net petit i també el seu amic que tan bé treballa a l’obrador. Avui al matí quan l’observava com feia les barretes de pa i totes li quedaven exactes, va pensar: quin bon flequer serà!
A casa l’Enric i en Jan també seuen a la taula sopant animadament amb els seus pares. El petit, tan xerraire com és, avui s’ha fet el propòsit que no se li escaparà cap detall compromès de la sortida, deixarà que ho expliqui tot l’Enric.
A l’hora de les postres com que al gran no li agraden massa, serà el que detallarà el que han vist al bosc. Ells l’escolten sense interrompre’ l i d’aquesta manera l’Enric els hi pot donar tota classe de detalls, sobretot que els caporals semblaven que buscaven algú.
L’altre detall és la caixa amb l’etiqueta d’explosius. Llavors en Jan ja no ha pogut callar més i ha afegit:
-jo penso que no hi ha una bomba atòmica perquè no hi cabria… Però uns quants fusells crec que si!!
Els seus pares els tranquil·litzen. Després en Pere ho parla amb l’Alba i decideixen que demà abans d’anar a treballar, amb la bicicleta passarà per on han estat els nois i donarà un cop d’ull per si encara hi ha la caixa amagada. Tots quatre comenten que això sí que és una aventura.
Ells, però pateixen pel seu amic que no el puguin descobrir i el retinguin de nou.
L’endemà en Pere fa el recorregut cap a la feina, però dona abans una mica de volta. S’endinsa dins del bosc i troba la caixa, efectivament està molt ben embalada i no es pot saber què hi ha a dins, només constata que pesa molt. Li fa unes fotografies i se’n va.
Aquell vespre quan de nou serà a casa, els hi diu que ha avisat als mossos i que ja l’aniran a buscar. Assumpte resolt!
-Ei, papa i encara que no sigui atòmica, potser hi ha una bomba normaleta, oí? -pregunta en Jan amb els ulls d’emoció. I tots riuen l’ocurrència.
En Pere li diu:
-tranquil noi, el més segur és que sigui una caixa de petards molt potents dels molts que tenien preparats pel castell de focs de la Festa Major. Es veu que ja sospitaven que no seria lluny perquè pesava molt. Estaven sobre la pista, però no els van enxampar amb la caixa a les mans i ja no podran fer-los res.
-Oh, jo que volia que agafessin als lladres! -exclama en Jan contrariat.
Cinquè capítol
S’acosta la revetlla de S. Joan i les vendes de pa i coques ja han començat a augmentar. El forn de l’àvia Maria no para de coure coques de fruita i de llardons. Però també n’hi ha d’altres que aniran farcides de crema, cabell d’àngel, nata i també trufa. En Omar ha proposat a més, una nova especialitat feta amb dàtils naturals que venen del seu país i que ha resultat deliciosa! Aquest any, en Lluc ha fet amb d’impressora unes paperetes que anuncien: Els encàrrecs es portaran a casa amb bicicleta… sense cost addicional!
Han demanat als dos germans si es volen apuntar a fer de repartidors, així l’àvia no tindrà tanta gent dins la botiga.
Les tardes a partir d’ara en lloc de fer excursions faran taller mecànic, gràcies a l’enginy de l’Omar, que consisteix a posar unes plataformes sobre la roda del darrere de les bicis. A sobre hi fixen bé una caixa de fruita buida que permetrà portar quatre coques en cada viatge.
L’Alba, la seva mare, els hi ha cosit quatre mascaretes, una per cadascú, són fetes amb una roba estampada plena de coques i pastissos que fan molta gràcia. Se les posen i en Lluc fa una foto del grup.
L’Enric s’adona que en Omar està callat i el veu trist.
-Què et passa?
-Estic estalviant per poder comprar-me el mòbil per substituir el que em van robar a Barcelona, però no l’aconseguiré mai. Sense ell no puc anar a trobar-me amb el meu germà.
Tots l’escolten, comprenen que per ell és imprescindible. Pensaran com resoldre el problema entre tots.
Avui es faran els Castells de focs a les 23 hores al parc central de S. Cugat. Tots tenen ganes de retrobar-se amb en Pol. En Lluc ha demanat a l’àvia poder-lo convidar dos dies perquè així conegui aquest esclat de llum i soroll que tant els hi agrada a tots. Es reuneixen dues hores abans al pati de l’àvia i soparan tots cinc amb ella per compartir una pizza gegant que ha enfornat en Omar, amb el seu permís. L’àvia a més els hi ha preparat una amanida molt refrescant que diu, mengem!
Comencen a tallar la pizza i primer li serveixen a l’àvia Maria un tall en un plat amb coberts, però ells prefereixen fer-ho a queixalades, i amb la forquilla aniran punxant l’amanida fresca. Ella menja a poc a poc, els mira, i escolta tot el que tenen per explicar de la seva aventura al bosc, perquè en Pol no la coneixia encara. Són uns moments que ella guardarà al seu cor.
Els dos germans han portat de casa unes carmanyoles amb síndria i meló tallats i fresquets, ara en menjaran uns quants trossos, però el millor serà quan estiguin a la gespa del parc esperant que comencin els focs.
Marxen cap al parc portant també una tovallola cadascú on poder estirar-s’hi i un jersei per si fa fresca.
Un cop instal·lats en un lloc estratègic per veure bé el Castell de focs, arriben les converses més interessants entre els cinc, encara queda una estona perquè comenci l’espectacle pirotècnic.
Escolten amb interès tot el que els hi detalla en Omar de la seva vida al Marroc abans de marxar. Entenen que vulgui anar a reunir-se amb el seu germà, el seu futur si no, està en perill. Saben que a Manresa hi ha uns serveis socials que acullen els sol·licitants d’asil i els atenen en la mida de les seves possibilitats, donant refugi i protecció.
En Pol els anima que cadascú també detalli què li agradaria ser quan fos gran. En Jan salta el primer:
-doncs a mi m’agrada molt fer màgia, disfressar-me molt sovint… i m’agrada molt dibuixar!
-Un bon futur artístic, intueixo, -afegeix en Pol. Després en Lluc els hi conta els seus projectes que passen per l’estudi dels animals que l’apassionen. Finalment, l’Enric els hi diu que a ell, el que més li agrada és la informàtica, però l’especialitat de la robòtica li fascina. En Omar que no perd detall del què cadascú somnia, l’anima: -T’agradaria dissenyar robots, Enric?
-Sí, molt! Per exemple, m’agradaria poder fer un peu robotitzat per en Pol i que pogués fer curses en els Jocs Paralímpics!
-Caram! Això m’interessa, -li diu en Pol. -Ja et faré de banc de proves pels teus primers prototipus… però ja veig que em faràs corre massa! -i tots riuen alhora.
En Pol també vol detallar els seus somnis:
-Jo a l’adolescència, que per cert vosaltres ja comenceu a conèixer i que són moments de disgust amb la pròpia realitat, em feia ràbia la meva limitació física. Amb els meus amics jugàvem a bàsquet, però se’m va acabar de cop. La mare em deia per animar-me: -No vulguis fer el que no pot ser, fes que t’agradi el que pots fer. I fins que no vaig entendre-ho, no vaig ser feliç.
En Jan li pregunta: -ara ja ets feliç, encara que caminis coix?
-A tu què et sembla, Jan?
-Jo et veig sempre content i em tractes molt bé, aclareix mirant-lo amb simpatia.De cop un primer coet molt potent esclata a dalt de tot del cel… tots miren amunt… tots callen… i tots pensen el que s’acaben d’explicar.
L’espectacle de llums sobre el cel fosc és d’una bellesa incomparable a res. Els pensaments de cadascú d’ells en aquest moment són diferents.
En Jan amb els seus vuit anys acabats de fer, vol triar quin és el més bonic, el que el sorprèn més li posa puntuació màxima, també tria el millor pels colors que més li agraden, en canvi, els que peten fort li fan tapar les orelles.
En Pol que ha vist molts anys els que es fan a Montjuïc, sap el que és un espectacle piromusical de primer nivell mundial, on la pirotècnica més puntera s’acobla a un programa informàtic molt sofisticat, que permet la simbiosi perfecta de tres elements: pirotècnia, música i aigua.
Aquest últim element hi té un paper important, al dansar al ritme de la música les aigües de colors de les fonts màgiques d’en Carles Buïgas. Malgrat això en Pol mai havia pogut estar tan còmodament estirat a la gespa, amb tanta amplitud i sobretot amb un cel ben fosc que perfila encara més els dibuixos dels coets quan esclaten en molts colors.
En Lluc i l’Enric no paren d’observar els detalls tècnics que tant els interessen. Comenten que ara el director de l’espectacle té una pantalla virtual on apareix la seqüència dels focs. Tot està robotitzat, i els diferents coets són activats per impulsos elèctrics a distància que els fan explotar amb una precisió de temps perfecte.
-Així l’Ajuntament en contractar-los sap exactament el temps que durarà el Castell de Focs, -puntualitza l’Enric.
L’Omar hi és i no hi és. És un espectacle per estar en silenci i bocabadat, les seqüències dels focs artificials són encadenades sense donar respir.
Però ell que mai havia contemplat una cosa així s’emociona, la bellesa de les formes lluminoses en el cel són màgiques i pensa amb el seu avi Mohamed a qui les aurores boreals que havia pogut veure només en fotografia el feien transportar a un món de fantasia i encantament.
-Com li hauria agradat poder veure aquesta meravellosa nit, aquí al meu costat!
L’espectacle continua i arran del terra només se sent els -Ooohhh!, de tots els que s’hi estan asseguts. Els tres trons finals arranquen els aplaudiments de tothom. Ara tots s’aixequen i recullen les tovalloles.
Tot d’una en Omar distingeix prop d’ell una cosa a terra. L’agafa i veu que és una cartera de mà. L’obre, hi troba que hi ha: els carnets, targetes de crèdit, molts bitllets grans i un número de loteria. L’agafa i la guarda a la butxaca, però no diu res.
Es posen a caminar altre cop uns quinze minuts fins a casa de l’àvia Maria. Tots estan contents.
Els més grans perquè han quedat impressionats de l’espectacle que acaben de veure per primer cop. Els altres tres, malgrat que cada any hi anaven amb els seus pares, descobreixen que aquest any ha sigut millor, potser perquè l’han pogut compartir amb els seus dos amics més grans, en Pol i en Omar.
En l’arribar al forn de pa, els dos germans s’acomiaden i s’enfilen a les bicis per anar a dormir a casa seva.
Ha estat un dia emocionant per a tots!
Sisè capítol
L’Omar al llit pensa què ha de fer amb la cartera que ha trobat a la gespa.
Per una orella sent la veu que li diu, -queda-te-la perquè algun despistat l’ha perdut a l’estar ajagut a terra.
Per l’altra orella sent un altre veu que li diu, -torna-la, tu ja saps el dolor que vas tenir quan et van robar el mòbil. Les coses són de cadascú. Has de buscar l’adreça del seu propietari i tornar-la sencera.
Ell no pot dormir bé aquella nit. Podria agafar uns quants diners, just per comprar-se el mòbil i prou… però llavors el seu propietari veuria que els diners no hi són tots. Què ha de fer?
Al matí es lleven i a l’esmorzar ja ha decidit què ha de fer. Avui és dia laborable. En Pol tornarà a Barcelona i li diu que reculli després les seves coses, perquè marxaran cap a casa seva.
-Espera’t abans he de fer una gestió, -li diu. Vaig trobar una cartera al parc i la vull tornar. És d’un tal Rabat i l’adreça és precisament aquí prop.
En Pol la mira i efectivament és d’Immobiliària RABAT, d’aquí mateix. -Podem anar-hi ara, si vols, l’oficina ja és oberta.
Tots tres hi van. Truquen el timbre. Una noia els va obrir i els fa passar. Voldríem parla amb el senyor Rabat per un assumpte personal, -ha dit en Omar tot ensenyant un blanc somriure. La noia mira el noi de color amb incertesa però a l’anar acompanyat pel Lluc, que ja el coneix i sobretot perquè en Pol té un posat molt seriós, fa cas i el va a buscar.
Un home gran i ben vestit s’apropa a poc a poc, té l’aspecte d’home bo.
– Passeu nois, ja em direu que voleu. Potser busqueu una caseta vella per Valldoreix per arreglar-la i compartir-la. Us adverteixo que la cosa està difícil.
-No, no, res d’això, -li respon l’Omar un cop asseguts a una taula rodona per fer reunions. Hi ha silenci i ell es treu la cartera de la butxaca i la deixa sobre la taula per acostar-la fins al senyor Rabat tot dient-li, -tingui, crec que això és seu, la vaig trobar ahir a la nit a la gespa del parc central.
Va estirar el braç i en tocar-la, la va reconèixer al moment. Ell no se n’havia adonat encara que li faltava. Recordava que ahir al vespre estava cansat i va anar a dormir sense l’ordre que té per costum cada nit.
-Oh! és la meva! La va obrir i va veure que no hi faltava res, ni un bitllet i això que en portava més del compte perquè havia cobrat aquell dia un lloguer. Va quedar parat d’aquell gest del noi morenet. Es va dirigir cap a ell i li preguntà,
-I tu què en vols? -li preguntà
-Jo… res, -va respondre molt fluix.
-Però no et fa il·lusió comprar-te una joguina electrònica d’aquestes?
En Omar quedà en silenci.
Va ser en Pol qui va respondre: -li manca un mòbil nou perquè li van robar el seu i li fa falta per poder retrobar-se amb el seu germà.
El senyor Rabat era generós de mena, però aquella circumstància no l’havia viscuda mai. Un noi amb necessitats importants era capaç de tornar-li la cartera completa. Amb un somriure li digué:
-Això mereix un agraïment que premiï el teu noble gest.
Llavors obrí la cartera i va treure uns bitllets, demanà un sobre a la secretària i agafant una targeta personal amb el seu nom imprès, va escriure al darrere: Amb agraïment per la devolució de la meva cartera extraviada, em plau regalar-li 300 € per ús personal.
Després agafà una altra targeta personal i a sota va escriure: L’Omar és un noi de la meva confiança. Responc per ell. Va signar amb nom i rúbrica i les posà dins del sobre amb els diners.
Va afegir en donar-li: -té noi, això et pot obrir alguna porta, aprofita-la.
L’Omar li va agrair molt i van marxar. No se’n sabia avenir el què li acabava de passar. Necessitava caminar i prendre l’aire. Estava tan content d’haver pres aquesta decisió!
En Lluc va trucar a l’Enric, -ei!, els nostres amics se’n van i volen dir-vos adéu! Com uns llampecs van arribar en bici en cinc minuts. En Pol els hi va dir que es tornarien a veure per la Festa Major de Valldoreix, perquè en Lluc i la seva àvia l’havien convidat.
L’Omar els hi va fer el toc de colze a en Lluc, l’Enric i en Jan i mirant els seus ulls els hi va dir emocionat:
-Moltes gràcies, amics, m’heu fet molt feliç aquests dies. He cobrat uns diners que no m’esperava i amb això i els que he cobrat treballant aquesta setmana, en tinc prou per comprar-me un mòbil i després retrobar-me amb el meu germà. Primer, però, aniré a casa d’en Pol perquè vull agrair als seus pares el que han fet per a mi. També vull trucar a la família de Berga per explicar-los-hi per què no puc anar a la granja.
Finalment, es dirigí a tots dient:
-Sempre recordaré l’aventura als boscos de Valldoreix, no perquè tingués por que s’ hi trobés una bomba dins la caixa, sinó perquè vaig pensar que venien a buscar-me a mi.
I tots cinc es van abraçar!
Setè capítol
Van passar molts i molts mesos i en Pol no rebia cap notícia de l’Omar. La pandèmia anava fent corbes, ara amunt ara avall i per fi s’acostava el dia de Sant Medir del 2022.
Els castellers de Sant Cugat ja feia setmanes que havien començat a fer assajos amb una certa normalitat. Per aquesta diada havien convidat la colla de Sans i la de Manresa que juntament amb els amfitrions farien els primers castells amb cara i ulls després de la fotuda pandèmia.
La plaça aquell dia era plena a vessar, ningú s’ho volia perdre. En Lluc feia poc que s’havia apuntat a la colla, l’Enric i el Jan que eren dels “Gausacs” l’havien engrescat i ja feia tres divendres que havia anat a l’assaig, i després es quedava a dormir a casa l’àvia.
Ara tots es preparen per al primer castell, un 3 de 7 per agafar confiança. El castell, puja-baixa… descarregat!
Després els de Sans aconsegueixen el 4 de 7 sense problemes.
Ara toca als de Manresa que volen fer una torra de 7. Hi ha nervis i sembla que els hi falta algú que és imprescindible.
El Cap de la pinya crida desesperat: -Omar, on t’has ficat!!!
De sobte l’Enric, en Jan i en Lluc que ho han sentit, queden muts.
-Han cridat el nostre amic! Us en recordeu que ell volia anar a Manresa?
Hi ha un petit rebombori fins que apareix un noi alt i prim que es fa pas entre la gent fins a arribar a la pinya de les camises blau-cel. L’Enric veu els seus braços morens que s’estiren cap amunt per fer mans des de la base. I crida emocionat, -és ell!
Se senten les gralles que comencen a tocar, en Jan i en Lluc no poden veure el que l’Enric ha vist. La torre puja ràpida i segura, finalment.. descarregada!
Els tres nois volen arribar fins els tirallongues que ja són tots a baix.
Ara hi haurà un temps de descans que els permetrà buscar al seu amic… si és que és ell realment.
Tot d’una veuen un cap de cabells negres i clatell morè que ja el tenen molt a prop. S’hi acosten amb dificultat, en Jan s’ha filtrat entre les cames de la gent i el té a tocar. S’acosta més a ell, i pel darrere li fa pessigolles a la cintura perquè es giri cap a ell i… OH, NO ES L’OMAR!
-perdó… perdó, -s’excusa molt desanimat. -Jo buscava un amic que es deia Omar. El noi li somriu tot dient, -es diu Omar, perquè està viu encara, és el meu germà i el trobaràs més enllà.
En Jan fa un xiulet als altres dos i amb el braç assenyala la font de la plaça. Allà es veu un cap que sembla el de l’Omar i els tres fan mans i mànigues per aconseguir arribar-hi abans que els castells tornin a començar.
Empentes i molts -perdó! per aconseguir plantar-se els tres davant el seu amic retrobat.
Ell ja els esperava, ja que els havia vist des de molt abans i per això havia fet l’estratègia de no presentar-se a la pinya de la torre, així el seu germà gran i cap de pinya l’hauria de cridar i ells podrien sentir el seu nom.
S’abracen amb molta força i alegria. L’Omar està pletòric de satisfacció i només li falta una peça per encaixar.
-I d’en Pol, en sabeu alguna cosa? Vaig marxar sense el seu número de mòbil.
Els tres sense dir paraula, l’agafen pel braç i l’estiren entre la gentada per arribar fins als grallers dels “Gausacs”.
Allà està en Pol ! toca la gralla des de fa temps i en veure el seu amic Omar, la gralla li cau de la boca i es queda al·lucinat.
El moment no es pot descriure amb paraules. L’encaixada és brutal.
Les llàgrimes d’emoció retornen als ulls de tots dos.
Rosa Alaber Teruel pel poema La Bruna retroba la lluna
La llum de la lluna
entra per la finestra
i al meu costat la Bruna
se la mira distreta.
La llum de la lluna
a poc a poc camina
i va canviant la cara
de la formosa nina.
“La llum de la lluna
em pregunta ella –
mare, qui la fa?”
Li dic: “Una bruixa.”
“Bruixa, bona o dolenta?”
la miro i somric –
“Ni l’una ni l’altra,
una de contenta.”
“I per què contenta?
demana la nina –
“Doncs perquè ella posa
la llum que il·lumina.”
“Quina llum, mareta?
torna a dir la Bruna –
“La que fa somiar
quan mirem la lluna.”
Antònia Masip Blanquer pel relat Just a temps
A finals de la dècada dels seixanta, érem tres adolescents, ingènues, plenes d’energia i d’imaginació, precioses –encara que sense ser-ne conscients–, que vivíem la vida sense preocupacions, i sobretot érem molt, molt alegres i rialleres. Tres amigues esdevingudes íntimes, la Brigitte, la Caty i jo, que compartíem les classes al Lycée amb les seves hores de pati i de confidències. També formàvem part del mateix equip de bàsquet, que bàsicament es redueix a un nucli de cinc persones a la canxa, i quan hi jugàvem nosaltres tres –i dues altres, la Colette (Coco) i una altra companya de la qual ja no em recordo el nom–, estàvem tant compenetrades que sabíem els gestos, els tics, les febleses i les habilitats de cadascuna… sabíem quan, com, i a qui, passar la pilota.
La Brigitte i jo ens vam conèixer als tretze anys, quan amb la redistribució de les línies de segon de ESO, vam coincidir a la mateixa classe. Tan aviat com la vaig conèixer vaig pensar haig de ser amiga d’aquesta noia. M’agradava tot d’ella. Tenia un aspecte molt agradable amb uns ulls blaus enormes, enquadrats per unes celles fosques tot i que era rossa del tot, amb una melena de cabell ondulat que podia fer l’enveja de qualsevol nena, –encara més per mi, que tenia una cabellera arrissada absolutament indomable–. Però el que més m’atreia d’ella era el seu caràcter desimbolt, la seva capacitat d’imaginació i el seu inesgotable sentit de l’humor; és veritat que aleshores jo també era una pallassa: imitava artistes i professors, en dibuixava caricatures…, i tenia acudits divertits. Al principi ella tenia tot un reguitzell d’amigues que la seguien a tot arreu i jo només formava part d’aquest chorus, i per ella era una amiga més. Per mi era diferent perquè volia un plus, volia que fos la meva amiga íntima, i per sort vam congeniar de seguida, i al cap d’uns mesos ja érem inseparables.
A classe, els pupitres estaven ordenats per fileres de dos. Mentre vam coincidir a la mateixa classe, sempre vam seure juntes; com que ella era esquerrana, per no topar amb els colzes, jo sempre seia a la seva dreta. No en teníem prou de xiuxiuejar algunes paraules quan el professor es girava per escriure a la pissarra, vam inventar un llenguatge secret que ningú més podia entendre. Una mena de jeroglífics en que cada dibuix representava no una paraula sinó una expressió sencera habitual… per exemple, si ens havíem fixat en un noi, dèiem que “ens havia entrat per l’ull” i el dibuix corresponent era una fletxa seguida d’un ull. Encara els faríem servir aquests signes, amb vint anys, encara que més residualment, acompanyant el text de les nostres llargues cartes.
Les dues érem ben espavilades, i sí, ens divertíem molt però mai no vam destorbar ni ‘revolucionar’ la classe. Mentre jugàvem per un cantó, per l’altre sentíem al professor. Però anàvem amb molt de compte amb aquesta activitat ‘paral·lela’. Mai no ens va poder enxampar amb una pregunta que quedés sense resposta del que acabava d’explicar, però si podíem acabar amb mal de panxa i/o de galtes, de tant reprimir el riure; o també posar-nos vermelles quan el professor ens feia aixecar per contestar alguna pregunta, o pujar a la pissarra. Havíem estat nenes molt aplicades a la primària, i al despertar de la pubertat la nostra ‘rebel·lió’ es manifestava dintre d’uns límits. No ens vam enfrontar mai a cap professor, els respectàvem i no els volíem ferir, però era inevitable fer mofa dels seus tics, etc.
En aquella època daurada estàvem tan unides la Brigitte i jo, que si l’una començava una frase, l’altra la podia acabar i llavors petàvem de riure. Teníem una connexió especial, fins i tot de telepatia: a un moment donat sabia que ella em vindria a veure o no, o que la trobaria casualment al centre del poble… i ella igual ! S’ha de dir que no existien els mòbils ni tampoc teníem telèfon fixe a casa, per una qüestió econòmica, es clar. I érem persones de paraula. Recordo un dijous (llavors eren dies de festa escolar a França) en que el meu pare em va castigar sense sortir de casa, però havia quedat amb ella. Vaig anar a peu fins a casa seva (eren uns tres km.) per dir-li que no podríem passar la tarda juntes, i tornar ràpidament a casa, abans que el meu pare es pogués enfadar.
Més endavant vaig conèixer la Caty i es va integrar al nostre grup. Bé, de fet, la Brigitte i la Caty ja havien coincidit el primer any de Lycée, però amb els canvis de línies van fer un salt en el temps i no es van retrobar fins a tercer. (Érem un total d’uns 2.000 alumnes i això passava sovint. Nens que canviaven de Centre, o que repetien curs, d’altres que entraven nous, etc. i es reordenaven les classes per equilibrar els totals).
La Caty –encara avui, em venen ganes de dir-li “Caty la douce”, la dolça–, era una noia que als catorze anys ja tenia el cos d’una dona, i a més atlètica, amb un caràcter tranquil, pausat, dolça i afectuosa en les seves maneres i amb un punt de saviesa o maduresa prematura.
Físicament érem molt diferents: la Brigitte rossa amb ulls blaus, la Caty amb els ulls verds i el cabell castany però que ja havia provat amb quinze anys de canviar el color del cabell amb reflexes rojos, i jo, la morena d’ulls foscos. Cadascuna única, amb una personalitat ben definida, però alhora unides les tres per uns gustos comuns, unes mateixes inquietuds, unes mateixes il·lusions… i el fort llaç indestructible de l’amistat que ja ens lligava. Es clar que la colla sencera d’amigues era més gran, però entre nosaltres tres existia un grau de complicitat diferent.
Els esdeveniments es van precipitar en els dos anys següents. Al tornar de vacances, l’any 1969, la Brigitte ens va comunicar que la seva mare havia mort aquell estiu. Ja sabíem que tenia leucèmia i que estava malalta des de feia anys, però quan patia una crisi, l’ingressaven a l’hospital i sempre s’acabava recuperant. Aquest fet em va colpir molt. La meva millor amiga ara era orfe amb quinze anys. Però la Brigitte era molt coratjosa. No volia exhibir el seu dolor ni que li recordessin constantment la seva pena. Ens va demanar de no dir-ho a ningú, la Caty i jo vam comprendre que no volia la compassió de tota la classe, no volia estar en el punt de mira de tothom, i que no li havíem de preguntar res més, ni parlar del tema llevat que fos ella qui ho comentés.
I què podia fer jo per alleugerir el seu mal? No sabia com havia de comportar-me, què dir-li per donar-li tot el meu suport en aquests moments tant tristos. És així com vaig començar a acompanyar-la a casa seva cada tarda a la sortida de l’institut. Quan vam arribar a casa seva, em va dir: “Vols que berenem?” I va esdevenir un costum. L’ajudava amb algunes feines de la casa, fregar uns plats que el pare havia deixat al vespre perquè no es veia amb ànims, passar l’escombra, ventilar… poca cosa, i mentre tant estàvem juntes i contentes, i en acabat ens preniem un te amb biscotes i mantega. Tenia una petita casa amb jardí al darrera. Paràvem una petita taula fora si feia bo, i de vegades la seva germana Joëlle ens acompanyava.
Però això no és tot. És ben cert que la vida real sovint està bastida d’espines punyents, més cruels que tots els drames inventats a la ficció… Ni les vides angoixades i dramàtiques dels herois de les novel·les de les germanes Brontë, que m’apassionava llegir, podien comparar-se amb el que estava passant davant meu.
Sí, perquè qui podia imaginar que a l’estiu següent seria la Caty qui perdria els seus dos pares en un accident de trànsit? Jo estava espantada, no em podia creure que tanta mala sort s’acarnissés en les meves amigues, i d’altra banda, em sentia culpable de tenir encara vius els dos pares.
Va ser al tornar de vacances. Un cotxe no va respectar l’stop i va impactar de ple contra el vehicle dels seus pares. Van morir a l’acte. La Caty es va salvar perquè no viatjava amb ells. Es va voler quedar uns dies més de vacances amb els tiets que l’havien de tornar a casa abans de començar l’escola. Pobre Caty! Era filla única, una filla estimada, feliç, en aquella reduïda família de tres. Tenia una relació molt oberta amb els seus pares. Jo els admirava per això; a casa era tot el contrari: autoritat i disciplina imposada pel pare. Ella en canvi compartia tot tipus de jocs i esports amb els seus pares.., a l’estiu curses per la platja, natació, voleibol o ping-pong, cinema a l’aire lliure… Uns pares molt abocats a l’educació de la seva filla, amb els que s’avenia molt, que l’havien criat en un ambient harmoniós d’afecte i tolerància. Ella els hi podia revelar les seves confidències amb seguretat i confiança. A la Caty li acomplexava el seu cabell, el trobava pobre i esllanguit, gens interessant; per això volia provar de posar-hi color. Va anar amb la mare al perruquer per provar que podia fer sense perill per la seva edat, i va aconseguir una mena de “bany de color” que la convertia temporalment en pèl-roja. El color anava disminuint amb cada dutxa, però durava bastant de temps. I en acabat ho repetia. Res no suposava un problema ni era objecte de prohibició directa.
Jo no havia arribat a conèixer els seus pares. Només a través del que ella ens explicava, com havien passat el cap de setmana, cada sortida, les vacances… També sabia que hauria pogut tenir un germanet però l’embaràs no va arribar a bon terme i no es van replantejar el tema. De manera que estava sola.
La Caty es va replegar bastant sobre si mateixa. La seva vida va canviar. Ara viuria amb els tiets que no havien tingut fills i no sabien ben bé com portar l’educació d’aquesta adolescent de 16 anys… La finca era de l’àvia paterna. Ella havia viscut amb els pares a un dels pisos, els tiets a un altre i l’àvia als baixos amb jardí. Crec que l’avi havia mort a la segona guerra mundial. L’àvia vídua amb dos fills havia sobreviscut llogant els pisos de l’immoble. A la seva edat, les paraules herència, tutors legals, custòdia, ja formaven part del seu lèxic.
Si la pèrdua de la mare de la Brigitte em va impactar, no gens menys va ser la doble desgràcia de la Caty. De nou vaig pensar que podria dir o fer, de quina manera podria ajudar-la a suportar aquest dolor, demostrar-lii que ho compartia amb ella. No se m’acudia res. Em sentia molt inútil i impotent. Aquesta vegada no la podia acompanyar fins a casa. Vivia massa lluny. Se’m va acudir entregar-li cada dia una petita nota amb algunes paraules de reconfort o que la poguessin animar o distreure, i vaig pensar que segurament per ella el moment més trist del dia seria l’hora d’anar-se’n al llit, puix que els seus pares tenien costum de desitjar-li la bona nit i fer bromes, o pessigolles o fins i tot batalles de coixins si estaven de vacances…, i per tant li donava la carteta a la sortida del Lycée dient-li de no llegir-la fins al moment d’anar a dormir. Jo no li preguntava mai si les meves notes li agradaven, però veia que ella me la demanava a la sortida. Més tard em va dir que les havia guardat totes. Crec que li feien bé. Ara ni en recordo el contingut exacte.
Uns mesos més tard va començar a sortir amb un noi. Era un company de classe, d’origen italià; crec que totes les noies en estàvem enamorades. El Raffaele era simpàtic, guapo, i sobretot bona persona i estava molt enamorat de la Caty. Va ser ell qui la va ajudar a remuntar la desgràcia. Al mateix temps ella, al seu costat, va créixer i es va transformar ràpidament deixant enrere la pell d’adolescent i introduint-se en una joveneta més a prop dels adults. Amb el Raffaele va descobrir el primer amor i la sexualitat. En contrapartida, això va comportar el seu distanciament de nosaltres, de la Brigitte i de mi, perquè quan ens va explicar la seva experiència sexual de manera natural, feliç, desinhibida, pletòrica.., l’efecte no va ser el volgut. Ens vam espantar una mica, vam pensar que era massa jove, massa atrevida i que corria riscos…, però ella ja havia superat aquestes pors i des de la seva perspectiva, ara ens veia com a encara nenes petites que no havien experimentat encara el desig, ni la seva satisfacció.
La Caty doncs es va recuperar del cop tant dur de la pèrdua sobtada dels pares i estava esplendorosa vivint el seu amor. Va acceptar lo bo i lo dolent, els canvis que t’imposa el destí. Ja podia volar amb les seves pròpies ales ben desplegades. Va recuperar la il·lusió i l’alegria de viure, tenia projectes… volia esdevenir professora d’educació física. Al decantar-se cap aquesta opció, ja no érem a la mateixa classe, i la Brigitte, que havia baixat en el seu rendiment escolar, va canviar de Centre també per dirigir-se cap a estudis més curts. Tot i així ens vèiem encara ella i jo. La seva Escola professional no estava tant lluny del Lycée. La Brigitte també sortia amb nois, però sempre trobàvem un moment per nosaltres dues; i jo també havia conegut en un viatge d’intercanvi, un noi anglès amb qui vaig estar sortint els dies de l’estada i amb qui em cartejava. Amb la Caty, en canvi, ja no coincidíem tant, perquè sempre anava amb el xicot a la sortida de classes. Més aviat en sabia alguna cosa a través del Raffaele, que vivia al meu barri.
Finalment, l’estiu del 1972, en acabar les classes, em vaig haver d’acomiadar de la Brigitte, perquè per decisió del meu pare tornàvem a Catalunya. De la Caty feia uns mesos que no en sabíem res ara que tenia divuit anys. Ja no sortia amb el Raffaele, vivia a Paris amb el seu nou xicot que hi tenia un piset. Deia que s’havia enamorat i que s’hi volia casar però que primer volia donar-se un temps de convivència per veure si s’entenien. Més tard vam saber que hi va conviure més de dos anys però que finalment ho van deixar, i que se’n va anar a voltar el món amb una ONG.
Així doncs quan jo tenia disset anys la vida ens va separar. Vaig haver de tornar a Barcelona, la Brigitte va romandre prop de Paris, i la Caty, –ho vam saber anys més tard–, va voltar una mica el món, i després, ja casada, va fixar la seva residència a Lyon.
La Brigitte i jo sempre vam mantenir el contacte. Al principi per carta es clar, no hi havia mòbils encara i les conferències eren massa cares. Ens vam retrobar varies vegades: una abans de casar-me, una segona en ocasió d’un viatge a Paris quan ja tenia els meus tres fills, i una altra quan em vaig divorciar. Però amb la Caty havíem perdut completament el contacte, fins que un dia, al 2012, la Brigitte em va avisar que l’havia trobat gràcies a Facebook. No m’ho podia creure. Vam intercanviar correus electrònics i alguna trucada i finalment vam decidir organitzar un retrobament per celebrar el nostre seixantè aniversari, al 2015. Les tres soles, juntes de nou, amb tota una vida per explicar.
Estaríem canviades? Seriem tres desconegudes sense cap punt en comú? Les tres sentíem aquest punt d’emoció, la incògnita de saber si la vida ens hauria dissipat aquella meravellosa compenetració, l’antiga complicitat que regnava entre nosaltres.
La veritat és que les meves amigues no havien tingut una vida fàcil. A casa de la Brigitte, el seu pare no es va saber sobreposar a la mort de la seva esposa. Estaven massa ben avinguts. Volia oblidar les seves penes amb vi, i poc a poc va anar caient en l’alcoholisme. Les filles Brigitte i Joëlle que era dos anys menor, es van casar tot just tenir els divuit anys, i el germà petit (Jean-Philippe) el van criar els avis materns. Els respectius matrimonis de les germanes van fracassar. La Brigitte ja estava divorciada als sis mesos de contraure’l. La Joëlle va trigar una mica més i es va separar amb un fill. Després la seva vida va canviar amb una nova parella, però la Brigitte no va tenir la mateixa sort amb la seva segona relació. Ell no volia fills i finalment després de vint anys en comú sospitava que li feia el salt amb d’altres dones. Discutien cada vespre i ell li feia retrets constants. Com la devia fer patir. Es van separar deu anys més tard, quan ella ja tenia cinquanta anys. Mai més no va voler involucrar un altre home a la seva vida.
La meva mare va morir quan jo tenia trenta-cinc anys, fulminada en cinc mesos per un càncer. Ella tan sols en tenia cinquanta-cinc. Quan li vaig fer arribar la notícia a la Brigitte, em va contestar amb el seu condol, i em va adjuntar l’esquela de la defunció de just dos mesos abans, del seu germà petit que va morir als vint-i-vuit anys de sobredosi. Als avis que l’havien criat els hi van dir que havia estat una aturada cardíaca sobtada, perquè ells no en van saber mai res de la seva addicció.
Però la Brigitte no és cap vella amargada, a la seva vida ha plorat, s’ha deprimit i ha remuntat cada vegada la dura pendent de retorn a la “normalitat”. El fort lligam que s’ha establert amb la seva germana les ha sostingut mútuament moltes vegades en els moments baixos de les seves vides. Un dia la Brigitte em va dir, quan sigui vella seré una bruixa! Però mai no m’ho he cregut i la veritat és que continua sent la mateixa persona que vaig conèixer, potser menys somiadora i més realista, però igual d’amable i entusiasta i no ha perdut el seu valor més preuat: el seu magnífic sentit de l’humor, l’enfoc que li dona a la vida. Sap girar-ho tot en positiu. Es una dona admirable. Ara viu sola en una casa molt bonica a 50 km de Paris. La seva germana, que ja fa uns anys que és vídua viu a cinc minuts en cotxe. Els quatre fills de la Joëlle s’estimen la Brigitte com una segona mare, més que com la tieta.
La Caty ens va resumir la seva vida també en aquells tres dies. La Caty es va casar i va tenir dos fills, i ja tenia una néta. Deia que la seva vida sempre va estar marcada per accidents de cotxe. El primer que va causar la mort dels seus pares, però també el cotxe que va atropellar el seu oncle el dia de la seva boda, l’home que l’havia de dur a l’altar estava ingressat a l’hospital. I finalment el dia que un cotxe la va atropellar amb ella mateixa. L’impacte va ser fort i la va fer volar uns cinc metres. Miraculosament i potser també degut al seu físic atlètic, semblava que no s’havia fet res… li van donar l’alta. Però uns pocs anys després, potser a arrel del seu primer embaràs, van començar els dolors d’esquena, les exploracions, les operacions… S’alternaven temporades millors i pitjors. Ens va ensenyar una radiografia que portava al mòbil, el retrat en blanc sobre negre de la seva esquena. Era un eixam de claus i ferros creuats que seguien la columna vertebral en quasi tota la seva llargada. Des de llavors es medicava, pastilles antiinflamatòries, comprimits pel dolor, les que et prescriuen per evitar els efectes secundaris de les primeres… Tot i així, no es queixava, només demanava poder estirar-se plana al llit de tant en tant. La vam trobar molt prima i demacrada i no menjava gaire. No ens va estranyar massa amb tot el que estava explicant.
Tot això i més ens vam estar contant durant els tres dies de la nostra retrobada. Vam xerrar sense parar, pensava que ens quedaríem afòniques..! Contentes d’estar juntes i alhora una mica estranyes descobrint el nostre nou físic de sexagenàries. Però mirant-nos als ulls vam poder reconèixer aquelles mateixes persones que continuàvem sent. Malgrat tot no havíem canviat tant i la nostra connexió seguia viva. Suaument recuperàvem la nostra relació: els acudits, les bromes, les rialles i la compenetració.
El balanç de la retrobada va ser tan bo que vam decidir que ho hauríem de repetir a Lyon i a Barcelona, per que cadascuna tingués la oportunitat de mostrar casa seva, l’entorn on vivia, la família… Així vam quedar doncs, això va ser a l’abril. Al mes de juny, la Caty ens va enviar un correu. Allà ens desvelava que li acabaven de diagnosticar un càncer i que s’hauria de sotmetre a un tractament de quimioteràpia. Ens ho deia amb senzillesa i naturalitat. Ho afrontava amb aquella serenitat que sempre l’havia caracteritzat: la vida és així.
La seva tortura va durar dos anys. Quan la seva segona neta va néixer, ja no tenia forces per tenir-la en braços. Va morir al desembre de 2017.
Ens vam reunir just a temps. Sense saber-ho, aquella retrobada perfecte va significar també el seu comiat.
Dissabte 14 de maig de 2022 es van concedir els guardons del 8è Premi Literari Gausacs Amunt.
Els premiats i premiades van ser els següents:
Categoria 1 (de 1r a 3r de primària)
Categoria 2 (de 4t a 6è de primària)
Categoria 3 (ESO, Batxillerat i Cicles formatius)
Categoria 4 (Adults)
Podeu trobar tots els textos aquí.
Agraïments: Ajuntament de Sant Cugat, Teatre-Auditori Sant Cugat, Pati de llibres, Celler de llibres, Editorial Baula, Bodega Cal Caballu
On i quan ens podràs trobar per Festa Major?
Dijous 28
SEGUICI DE FESTA MAJOR
19 h, a l’avinguda cerdanyola
Recorregut: av. de Cerdanyola amb pg. de la Torre Blanca, c. de la Creu, c. de la Torre, pl. d’Octavià, c. de Santiago Rusiñol, pl. dels Quatre Cantons, c. de Francesc Moragas, rbla. del Celler i pl. de la Vila.
ASSAIG ESPECIAL DE FESTA MAJOR
20.30 h, a la Sala Canigó
Assaig obert al públic, on polirem els últims detalls dels castells de vigílies i diada de Festa Major
SEGUICI NOCTURN
02 h, a pl. d’Octavià
Divendres 29
SEGUICI DE SANT PERE
16.45 h, a la pl. De la Vila
Recorregut: pl. de la Vila, rbla. del Celler, c. de Francesc Moragas, c. de Rius i Taulet, av. de Catalunya, pl. de Sant Pere, c. Major, pl. d’Octavià i llotgeta del Reial Monestir
Dissabte 30
VIGÍLIES DE FESTA MAJOR
19 h, a la pl. de la vila
Amb Castellers de Cerdanyola i Castellers de Santpedor
Diumenge 1
DIADA DE FESTA MAJOR
18 h, a la pl. d’Octavià
Amb Moixiganguers d’Igualada i Marrecs de Salt
El dissabte 21 de Juliol, amb motiu de la diada en honor a Sant Cugat, Castellers de Sant Cugat organitzarà una jornada que, més enllà dels castells, oferirà diversos actes al poble. Us fem un petit avançament de què podreu gaudir durant la diada, però encara queden actes per tancar, així que estigueu atents!
Durant el matí comptarem amb la col·laboració de Fem Lindy Sant Cugat, que oferirà un curs de lindy hop als assistents al parc Ramon Barnils. Al mateix parc hi haurà barra durant l’hora del vermut, i també les ofertes de la Food Truck de Cafès del Bages.
A partir de les sis del vespre, diada castellera a la plaça d’Octavià, amb la presència dels Minyons de Terrassa i de la Colla Jove Xiquets de Tarragona, que ens acompanyaran en l’última actuació abans de marxar de vacances.
Acabada l’actuació, tornarem en cercavila cap al parc Ramon Barnils, on podrem gaudir de les diferents ofertes gastronòmiques que aportaran les Foodtrucks.
Finalment, i per tancar la nit, podrem gaudir dels concerts de The Cofick’s Rovers, T-24, i Obeses, el qual ens presentarà el seu nou disc “Fills de les estrelles”, en un concert emmarcat dins de la seva “Gira Estel·lar”.
Una diada ben completa per tancar tram i marxar de vacances amb la colla del teu poble!
El passat 26 de desembre de 2017 ens vam llevar amb la notícia més trista amb què es pot llevar una colla castellera, la mort d’un company de la colla. En Jordi Navarro, o “Junki”, com era conegut a la colla, ens va deixar d’hora, però la seva petjada a la colla va ser forta.
El diumenge 27 de maig farem una caminada en record seu, conjuntament amb els Minyons de Terrassa, colla de la qual també va formar part. La sortida del recorregut llarg, de 27 kilòmetres, serà a les set del matí, des del monestir de Sant Cugat, i seguirà el camí dels monjos, per arribar a la Mola.
El recorregut curt sortirà a les dotze del migdia des dels dipòsits de Matadepera. En arribar al monestir de Sant Llorenç del Munt, a la Mola (aproximadament al voltant de les 13.30 h), es faran pilars de germanor de Minyons i de Castellers de Sant Cugat, i posteriorment farem un dinar de germanor. Cadascú ha de portar el seu àpat.
11/11/2018 Diada de la colla | |
27/01/2018 Festa de la Tardor | |
20/10/2018 Diada de l’Esperidió | |
07/10/2018 XXVII Concurs de Castells de Tarragona
Àlbum oficial de la colla (Toni Curcó) Àlbum oficial de la colla (Arnau Montoya Àlbum de Leiva Photography (Facebook)
|
|
23/09/2018 FM Esplugues de Llobregat | |
22/09/2018 FM Molins de Rei | |
16/09/2018 Festa Major de Valldoreix | |
11/09/2018 FM Llinars del Vallès | |
11/09/2018 Diada Nacional de Catalunya
Àlbum oficial de la colla (Rosa Gadea) Àlbum oficial de la colla (Arnau Montoya)
|
|
01/09/2018 FM Sant Quirze del Vallès | |
21/07/2018 Diada de Sant Cugat
Àlbum oficial de la colla (Toni Curcó) Àlbum de Leiva Photography (Facebook)
|
|
07/07/2018 FM de la Granada del Penedès | |
01/07/2018 Diada de Festa Major de Sant Cugat | |
30/06/2018 Vigílies de Festa Major de Sant Cugat | |
17/06/2018 Diada de la Grallada de Vilanova | |
10/06/2018 Aniversari Saballuts | |
09/06/2018 Fort Pienc | |
02/06/2018 Sant Quintí de Mediona | |
26/05/2018 Firentitats | |
13/05/2018 Diada de Sant Ponç | |
12/05/2018 Vigílies de Sant Ponç | |
06/05/2018 Festes del Roser de Maig a Cerdanyola | |
22/04/2018 Aniversari de Moixiganguers | |
15/04/2018 Can Jorba a Barcelona | |
25/03/2018 Diumenge de Rams | |
18/03/2017 Actuació a Barberà
Àlbum oficial de la colla (Toni Curcó) |
|
11/03/2018 Calçotada de la colla | |
04/03/2018 Trobada de colles de Sant Medir | |
03/03/2018 Pujada a l’ermita de Sant Medir | |
17/02/2018 Assemblea General Extraordinaria | |
20/01/2018 Assemblea General Ordinària |
Fa temps que tens el cuquet de tocar la gralla o el timbal?
Vols ser Grabal però no saps com fer-ho? ♀ ♂
El 17 de març comencem classes col·lectives d’iniciació a la gralla i al timbal!
Obert a tothom (castellers i no castellers) que tinguin ganes de posar música a les activitats castelleres.
Les classes són impartides per l’Escola de Música Tradicional de Sant Cugat. I si segueixes les activitats castelleres, la colla en subvencionarà part del cost per ajudar-te a arrencar!
Dia de les classes: 45min dissabtes al matí (hora a determinar entre les 10 i les 12h)
Tots els músics us hi esperem!
Per a més informació poseu-vos en contacte amb l’Alba Llop (alballop@gmail.com, 663022752).